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Para aprender en Internet solo necesitas querer

última actualización: 20 de mayo de 2022
  • En el Día de la Afrocolombianidad resaltamos la historia de Manuel Stiven Valencia y reconocemos el legado de la cultura afro y su aporte en la construcción y desarrollo del país.
  • La ley estatutaria 1618 de 2013 garantiza el pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad.

Después de terminar su rutina de ejercicios físicos matutinos, Manuel Stiven enciende el computador Intel que le regaló su tía. Se conecta a Internet, empieza a navegar por diferentes páginas web y descarga de algunas de ellas el archivo de código fuente, es decir, el texto que incluye todos los comandos que hacen posible que los diferentes sitios web funcionen correctamente. A continuación, abre el programa Sublime Text y se dispone a cacharrear con el código fuente.

En la pantalla empiezan a aparecer una serie de símbolos, números e instrucciones informáticas en inglés ilegibles para la mayoría de los cibernautas. El joven de 19 años empieza a escribir comandos y a reemplazar diferentes partes del texto mientras que la apariencia del sitio web cambia con cada acción hecha por Manuel.

La curiosidad del joven por la programación web empezó cuando estaba cursando décimo grado en el colegio Juan José Rondón de su natal Buenaventura. Por aquel entonces el profesor Villegas, docente de informática de la institución, vio que Manuel y algunos de sus compañeros eran muy hábiles para manejar programas informáticos, por esta razón les dio algunas clases extra con nociones básicas sobre el lenguaje de programación HTML.

Lo que vino después fue un aprendizaje autodidacta por parte de Manuel Stiven. Cada día aprovechaba para leer sobre el tema, ver videos tutoriales y practicar a su propio ritmo. Poco a poco se fue enamorando de la programación y descubrió nuevos softwares y herramientas para crear contenidos digitales. De esta manera aprendió a manejar Blender, un programa informático de modelado y animación tridimensional que se usa, entre otras cosas, para crear los personajes de los videojuegos.

Manuel Stiven aprovecha cada minuto frente al computador, pues por recomendación del oftalmólogo solo puede exponer sus ojos a la luz de las pantallas por cuatro horas al día y en intervalos de máximo una hora, ya que nació con retinitis pigmentosa, una enfermedad congénita que afecta las células de la retina y hace que su visión sea borrosa, por ello, de no seguir las recomendaciones médicas, empieza a padecer mareos.

Aunque en condiciones de luz natural Manuel puede desenvolverse de manera autónoma, requiere del apoyo de alguien más para encontrar objetos pequeños en espacios cerrados, con poca luz o lugares nuevos para él. Por esta razón tiene que acudir a la ayuda de su madre, Emilse, para poder encontrar sus pertenencias en su nuevo hogar en Cali, ciudad a la que llegaron con su familia hace algunos meses buscando mejores oportunidades a las que tenían en Buenaventura.

En el año 2021, Manuel Stiven fue una de las 2 mil personas con discapacidad beneficiarias de los cursos 'Formación TIC sin Barreras', gracias a los cuales aprendió sobre el desarrollo de emprendimientos a partir de herramientas digitales. Estos nuevos conocimientos, sumados a su experiencia en temas tecnológicos lo motivaron a utilizar su talento en materia de programación para guiar a los emprendedores de su región en la creación de sus páginas web y ayudarlos a compartir y a hacer crecer sus ideas de negocio.

Sin embargo, Manuel es consciente de que, a pesar del gran conocimiento que ha adquirido navegando en Internet y la experiencia cacharreando programas y herramientas digitales, aún le queda mucho por aprender. Por eso, mientras se instruye a su propio ritmo gracias a las ventajas de las TIC, está tocando las puertas de diferentes fundaciones y centros de educación superior para buscar un apoyo que lo ayude a potenciar sus habilidades y a formarse de manera profesional en lo que tanto le apasiona.